Los exámenes ya están ahí…
¿Recordáis aquella maravillosa época de septiembre cuando empezaba el curso y los exámenes quedaban todavía muy lejanos? ¡Qué bien lo pasabais los jueves de fiesta sin más preocupación que la de si el viernes habrá suficiente agua en casa como para sobrellevar el día!
Siento ser yo la que os de las malas noticias, pero diciembre ya está aquí y, aunque está claro que es el mes favorito de Abel Caballero, también es el más temido para los estudiantes universitarios, ¡LOS EXÁMENES YA ESTÁN AQUÍ!
¿Cómo afrontar esta terrible época de estrés, insomnio y, sobre todo, nervios? Aquí van unas claves:
No entremos en pánico
A todos nos ha pasado, empiezas septiembre con mucha ilusión de que este año vamos a llevar todo al día, que no nos vamos a llevar el señor atracón en diciembre (y no solo de polvorones y turrones, si no de apuntes) pero, al final, pasan las semanas y llegamos a diciembre y tenemos montañas de apuntes que no hemos tocado más que cuando teníamos esa clase y ahí se quedaron, en el olvido.
¿Qué hacer en estos casos?
Pues lo primero respirar hondo porque se vienen movida y después, clasificar los apuntes que valen para algo y los que tomaste por tomar.
Comprobar que tengamos todo el material a mano
Es muy típico que, cuando se van acercando los exámenes, los grupos de WhatsApp se llenen de notificaciones con preguntas del estilo: ¿Tienes apuntes de esta asignatura? ¿Alguien apuntó esto que dijo el profesor/profesora? ¿PERO ALGUIEN ENTIENDE ALGO DE ESTOS APUNTES? ¡AYUDA!
Puedes estar tranquilo/a si le has hecho la pelota al listo/a de clase, siempre te pasará sus apuntes para fotocopiarlos y salvar el cuatrimestre gracias a la gente trabajadora que sí lleva los apuntes al día.
También es importante localizar a gente de otros años que te dejen voluntariamente sus apuntes, si ellos/as han aprobado, ¿por qué no vas a tener tú esa suerte también?
Orden para ponerse a estudiar
Parece una tontería, pero ayuda un montón coger el calendario de exámenes, ver como se presenta la cosa y de ahí organizarse para estudiar, sobre todo cuando tienes más de un examen en la misma semana. En un principio puede ser algo dramático ver el percal que se te presenta, pero no te preocupes, si haces y sigues el calendario de horas y, sobre todo, si las cumples, verás como seguro que sirve de mucho.
Prepara litros de café
Siempre es necesario tener café (o cualquier cosa que te ayude a espabilar) a mano, porque después de horas estudiando seguro que te pones a leer los apuntes y no te enteras de lo que estás leyendo (¡que rabia da cuando pasa eso!). Es muy recomendable tener en casa (o en la biblioteca, donde sea que estudies) algo de café cerca. Aunque solo sea para dar un paseo hasta la cocina o la máquina del café y así despejar un poco la mente.
¡No te encierres todo el día en casa a estudiar!
Es muy agobiante ver la pila de material que tienes para estudiar y el poco tiempo que tienes, pero si te encierras a estudiar todo el día, vas a acabar demasiado saturado/a y no vas a entender ni lo que estás leyendo.
¡Al final te vas a matar a estudiar para nada!
Es mejor que salgas de casa (o de la biblioteca) y des una vuelta por la calle, aunque no apetezca porque está lloviendo ya que así por lo menos te da un poco de aire fresco en la cara y despejas un poco la cabeza que seguro que ya está aturullada de tanto estudiar.
Haz lo posible por dormir, ¡insensato!
Esto es lo más típico que escuché durante todos mis años de carrera en los exámenes: ¡Ayer no dormí nada por estudiar toda la noche y ahora me muero de sueño!
Resultado: suspenso.
Aunque creas que estudiando toda la noche vas a conseguir estudiar más, seguramente solo te sirva para que todo lo que has estudiado durante toda la semana, se te olvide en cuanto tienes el examen delante por falta de descanso (creedme, no es la primera vez que me pasa).
Quizás eres como yo, una persona a la que le cuesta dormir las noches antes de los exámenes por miedo a no llegar a ese tan deseado 5.0 pero no te preocupes, siempre puedes tomar alguna infusión para calmar los nervios y relajarte así ayudarte a dormir.
Cuando veas que el examen es caso perdido: reza.
Seas o no creyente, puede funcionar, así que como última opción no está mal tener este consejo en cuenta. Igual al profesor/a se le va la pinza y te suma puntos de más o aprueba a todo el mundo.
Sea como sea, ya sabes que los servicios de fotocopia de Campus Na Nube están disponibles para vosotros en vuestras facultades o facultades cercanas. Además, con el servicio “Meu Petiño” podéis acumular saldo con el que os podréis ahorrar unos dineros en futuras fotocopias.
Tampoco entréis en pánico, en todas las tiendas disponemos de una gran variedad de boligrafos para que podáis escribir vuestros exámenes con una letra magnifica y así poder rascar algún puntito, aunque sea por una buena redacción. Además, disponemos de pañuelos para secar vuestras lágrimas en caso de que la cosa no salga bien.
¡Y lo más importante! En las tiendas disponéis de todos los apuntes que van dejando los profesores para fotocopiar que, por pereza, no habéis fotocopiado antes. También está el resto de material docente que queráis, ¡será por material que podréis encontrar!
En todo caso, ¡mucha suerte!
Mejor trae tu trabajo en PDF
*Haciendo un PDF evitas que tu documento cambie al abrirlo en otro ordenador. Word toma los valores de medida de las fuentes (font metrics) de las unidades de resolución de la impresora que tenga selecionada o predeterminada en ese momento y no de medidas absolutas de alta resolución. Eso quiere decir que cada vez que especifica una impresora nueva (aunque se siga usando el mismo controlador) el texto puede refluir y los saltos de línea pueden ser diferentes.
Si no sabes como hacer un PDF, en nuestra web, en el apartado utilidades encontrarás una impresora PDF para que puedas hacerlo, y no dudes en contactarnos por cualquier duda o problema, y además te dejamos unos links que te pueden interesar.
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